jueves, 9 de septiembre de 2010

RESEÑA HISTORICA



Colegio de Nuestra Señora del Rosario

Cuando era párroco de Boavita, el doctor Enrique Suárez, santa memoria, alcalde, don Antonio Saravia y personero don Luis Felipe Aponte, se empezó en 1910 la construcción de los locales destinados para el primer colegio de la población. Una junta nombrada por la mayoría de votos, cuyo primer presidente fue el párroco, se encargó de hacer gestiones necesarias para dotar el edificio y traer una comunidad para dirigir el colegio.

Pronto accedieron las hermanas Terciarias Dominicas a la petición que les hizo y prometieron encargarse del colegio.  Entonces creció el entusiasmo de todos los buenos boavitanos por llevar esta empresa  a feliz culminación.  se distinguieron por su especial generosidad los sacerdotes hijos del pueblo; los doctores Pardo y Suárez costearon la capilla y el doctor Piñeros el mobiliario del colegio. 

En 1912 la  hermana madre María Antonia del Patrocinio  envió como exploradoras a la hermana Madre María del Sagrado Corazón y  a sor Tránsito de San Joaquín, quienes rindieron un informe favorable.

El Colegio de Boavita, tuvo el privilegio de albergar  a nuestra veneraable Madre fundadora, quien vino a instalar la primera comunidad compuesta por la hermana Madre Inés de las Mercedes, Hermana Madre Leonor de Jesús, Sor Dominga de las Mercedes, Sor Filomena  de los Angeles, Sor María Luisa del Sagrado Corazón y Sor Trinidad de San José.  Unos meses más tarde llegó Sor María Agueda de Santo Tomás, quien tanta influencia había  de tener en la prosperidad del Colegio por su preparación casi universal y su cautivadora simpatía.

El primero de enero de 1913, se inauguró solemnemente el nuevo edificio a donde acudieron en los primeros años unas 70 niñas, número que  después se elevó hasta 260 venidas no solo de la población, sino también de otras partes de Boyacá y los Santaderes.

Desde su fundación hasta hace pocos años en que un capítulo general ordenó que todos los colegios de la congregación se llamaran  "De Nuestra Señora del Rosario", se llamó "Colegio de la Beata Imelda Lambertini".

Facultado por el gobierno del departamento, el colegio dio grados en Magisterio Elemental y Superior desde 1919, hasta 1929, en que el Ministerio privó de la facultad de dar grados a todos los colegios de la Nación.  Esta medida y los deterioros que sufrió el edificio fueron acentudando la decadencia del Colegio, que en 1953, solo tenía aprobados los cursos de primaria y primero de bachillerato.

NUEVO EDIFICIO.  Ante las ruinas amenazantes de la casa en que fue fundado el colegio, no quedaba más camino que reemplazarlo  por otro; la Comunidad lo notificó  así al Concejo Municipal que suscribió en seguida un contrato con el doctor Saravia Cújar; para edificar el pabellón frontal de los nuevos planos.  Después el Señor Cura  Doctor Anatolio Jiménez  Soler, contrató por cuenta de la parroquia otra parte del edificio, con elmismo ingeniero.  La nueva construcción en cemento armado, ha asegurado la subsistencia del colegio; pero la obra requiere ser terminada y por otra parte su alto costo no puede ser sufragado tan pronto por los boavitanos solos, a pesar de su grande y proverbial generosidad.  Conscientes de esta realidad, personas prestantes de la población, entre ellos el Padre Jiménez, el doctor Aponte y el doctor Justo Vega Lizarazo, obtuvieron del Congreso de la República  un auxilio que, asegurando la terminación de la obra, será apenas una justa recompensa a la desvelada lucha de Boavita por la educación de sus hijos.

Que Dios premie a quienes colaboraron y colaborarán en esta obra y los recompense con la satisfacción de ver en Boavita un Colegio capaz de competir con los de las grandes capitales.





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